Animaba un dÃa en clase a hacer operaciones sencillas de memoria.
Una alumna lo creÃa imposible y se me ocurrió decirle:
– Es fácil, imagÃnate los números y haz en tu cabeza lo que harÃas en el papel.
– ??? No puedo
– ¿No ves los números? me asombraba
– No
– Cierra los ojos, imagÃnate un uno, ¿lo ves?
– ¡SÃ! ¡Tiene bigote!
Muchas veces habÃa visto dificultades de abstracción, pero me sorprendió tan escasa libertad de imaginación en alguien de 14 años. Porque hace falta fantasÃa e imaginación para adentrarse en las matemáticas y quizás el entorno matemático habitual frena las mentes.
Espero que esta simpática lámina de sugarfresh ayude a poner bigotes a los números.